En realidad, te podría decir ahorita que te amo, que quiero besar tus labios por el resto de mi vida, que quiero despertar a tu lado siempre, porque solo a tu lado se que estoy segura, porque tu me amas.
Y Aunque en este momento puedo hacerlo, no lo haré, me es imposible, pues son palabras peligrosas, y mi corazón no puede entregarse al peligro de nuevo.
-This is Dayana.
Rosa Lyn M. Roldán.
(Ya la termine, pero no tengo ovarios para dejar que alguien más la lea, o lo que es peor, ni siquiera tengo ovarios para imprimirla)
Y al final sí, mi corazón se entregó al peligro, y el peligro decidió recibirlo con los brazos abiertos:
-Hola, soy el peligro, no te preocupes, no soy peligroso, aún no.
No me hago responsable, bajo advertencia no hay engaños.
Ojala el peligro fuera amistoso, entonces no me daría miedo entregarme a él.
El punto es que soy una cobarde, y aunque ya lo hice, aún no sé si fué correcto o no.
Aún creo que no hacerlo es lo más saludable.
Pero mi corazón si quiere, él ya está enamorado, y ahora es demasiado tarde.
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