22 de agosto de 2012

Sola y ya.

De esperare era que así terminaran las cosas. De esperarse era que te irías y que al final me quedaría sola, como antes de verte aquella tarde soleada, flotando entre globos, brillando ante mi.
Como antes de hallar en ti cierto consuelo, cierta empatía, cierto, muy cierto amor.
Como antes de perderme en el sabor de tu boca, en el color de tu cabello, en tus tétricos ojos que ya no me ven.
Como antes de oírte decirme "muñeca", antes de sentirte diciendo "mi amor".
Sola como acostumbraba antes de ti, sola como debe ser ahora, sin ti.

Te diré que te amo y será la última vez,
solo si después de este "te amo" no recibo un "yo también".