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-Siempre he dicho que nunca pasara nada que...
-...que la vida no quiera que pase- me interrumpió
-Vaya, no cabe duda de que eres yo...
-No, no cabe duda... Y ahora tienes de dos: Volver a ser la misma ilusa feliz que eras antes, y que lograba TODO lo que quería, o seguir siendo la misma ermitaña vacía que se conforma con lo que la vida le da, sin exigirle que le de más, tú decide.- Sus palabras solo lograron confundirme
-¿Para qué escribir si nadie va a leerme?
-Pues para estar feliz y sentirte llena. A final de cuentas, cuando eras pequeña nadie veía las películas que protagonizabas dentro de tu cabeza- Sonreí. Lamentablemente ella tenía razón
-Vaya, excéntrico el mundo en el que nos tocó nacer
-O excéntricas nosotras, que no encajamos en un mundo tan monótono...
De pronto no hubo frío, solo felicidad...
